Sinopsis

Nunca había estado más sola. Perder la cordura solo era cuestión de tiempo, y más aún, teniendo en cuenta, las criaturas que se le aparecían bajo el faro...

14.3.10

Prefacio

Apreté los dientes con fuerza intentando disimular el ardor de mi estómago, pero era demasiado tarde para controlar el dolor que por mi cuerpo se escurría. No soportaba la idea de mostrarme débil ante ellos, pero no me cabían más pensamientos en la cabeza. Estaba totalmente segura de una cosa: Iba a reventar de un momento a otro.
Volvieron las punzadas en las costillas, que aplastaban mi cuerpo de una manera bestial.Comencé a retorcerme en el suelo hasta quedarme boca abajo con los labios pegados a la piedra.Ya no podía ponerme más en evidencia. Le miré de reojo antes de delatar mi cobardía. Dejé de apretar la mandíbula para que mis gemidos se convirtiesen en gritos descontrolados. La piel de mi cuello se tensó de nuevo. Lo peor era que yo sabía que no iba a morirme después de aquello. Era un cruel destino, torturandome a mí misma sabiendo que no podría salvarme de ese sufrimiento. Anelaba la muerte como un prisionero a la libertad, y nadie podía otorgármela.